Tras una semana entera lloviendo... Por fin sale el sol y nos deja disfrutar un poco del campo.

Son aproximadamente las nueve y media de la mañana cuando llego al coto. Hace fresco y el terreno está muy blando.

Opto por dar un olivar donde da todo el día el sol y así no embarrarme en el barbecho o resvalarme en las peligrosas piedras de la sierra...

Empezamos Kira y yo dándolo tranquilamente... Vemos palomas y bastantes zorzalillos pero todavía no se pueden tirar en Andalucía.

Seguimos dando la fila de unos chaparros que lindan con los olivos sin ver conejos ni perdices.

Nos metemos de lleno en el olivar en busca de alguna liebre o bando de perdices...

A los diez minutos de andar por ellos las botas me pesaban el doble por el barro pero llevaba una semana sin salir y la verdad es que no me importa mucho.

Nos metemos en un cerezal que hay entre olivos donde varias veces he visto liebres y perdices.

Minuciosamente vamos buscando metro a metro el arranque de la liebre... Veo un par de camas nuevas y eso me hace estar mas atento.

Miro hacia la parte baja del cerezal y veo como la liebre, que se había levantado sola y larga, se dirige rápida hacia los olivos que tenemos delante.

Es una pena que no se haya aguantado un poco... Sabía que estaba cerca pero confiaba en que saliera a tiro.

Voy con la perra hacia la fila de olivos por donde la he visto huir... Rápido pega el ocico al suelo y hace el mismo recorrido que la rabona... Yo la dejo que lo siga y mientras descanso un poco.

Tras esperar varios minutos empiezo a ver a la perra que sigue con el rastro de la liebre y muy nerviosa... La llamo para seguir andando cuando veo por el rabillo del ojo las orejas de la rabona que estaba mareando a la perra... Rápido me encaro y aunque está un poco lejos le suelto los tres tiros!! Kira la ve y sale detrás de ella latiendola hasta que la pierdo de vista.

Había centrado muy bien los disparos y tengo alguna esperanza de que la perra logre alcanzarla... Pero vuelve sin ella y eso me hace pensar que ningún perdigon le ha dado.

Seguimos por el olivar sin ver rastro de liebres o perdices hasta llegar a un arroyo muy bonito donde se que hay conejos y puede que tambien algún bando de perdices.

La perra empieza bien a trabajar el arroyo... La veo muy animada y me preparo en silencio para la posible salida del lagomorfo... De pronto veo como el conejo se escurre por la parte de enfrente, lejos y sin opción al disparo... ¡¡Siempre me la juegan!!

Espero unos minutos más por si la perra da con otro pero no hay suerte y la perra sale de la maleza.

Vamos ahora de vuelta por el mismo olivar donde anteriormente habíamos tirado la liebre pero por la parte inferior.

No vemos nada de nada... Solo zorzales y no se pueden tirar todavía.

Estamos cerca de la zona donde la habíamos tirado y decido volver a darlo todo por si le hubiera dado algún perdigón y estuviera por allí muerta o herida.

No andamos ni veinte metros cuando Kira se arranca con ella!! Sus latidos me indican por donde va a pasar y espero su aparción por los olivos!! De pronto sale a la vista algo larga y con la perra detrás... No me lo pienso y le suelto el primer disparo!! Parece que la he alcanzado en una pata trasera y aunque corre bien, cada vez la perra le va comiendo mas terreno... La liebre hace un quiebro y se acerca a mí... Me vuelvo a encarar y por fin la liebre cae redonda y es cobrada por la perra.¡¡Esta si te ha costado eehh Kiraa!! ¡¡Muy bien bonita!!

No se si es la misma liebre que habíamos tirado antes o era otra ya que se había arrancado cerca de la perra y corría muy bien.

Con la liebre en la mochila la mañana ya cambia y aunque no es muy tarde nos dirigimos al coche para dar por finalizada la jornada.

A pocos metros del coche nos cruza una paloma casera que tras un certero disparo cae hecha un trapo.

Con una liebre y una casera en la mochila me lo pienso mejor y decido dar unos olivos que tengo a mi derecha,antes de irme para casa, haber si soy capaz de ver alguna patirroja.

Seguimos entre olivos con las botas embarradas y el peso de la liebre en la mochila... Vemos varias hurracas que salen de los mismos olivos algo largas... Andamos y andamos y no vemos nada... Es cuando vemos posarse un bando de palomas caseras en un barbecho de girasol... Me animo y voy hacia ellas.

Estoy andando por el filo de los olivos... A mi derecha tengo una pequeña pared por donde va un camino y a la derecha del camino tengo el barbecho de girasol donde mas alante están comiendo las palomas caseras.

La perra que la estoy aguantando a mi lado se calienta mucho y empieza a guiar junto a mí... Al llegar al punto donde pienso que puede estar el bando de palomas... Animo a la perra a que las levante mientras yo me preparo para tirar...

Salta la perra la pared que da al camino cuando ¡¡PRRRRRRRRRRR!! Se arranca una perdiz!! Sorprendido me encaro y tras sacarle plumas con el primer cartucho, cae redonda en el segundo!! A los tiros salen cuatro o cinco perdices del camino tapandose con los olivos.

Kira cobra perfectamente la perdiz que resulta ser un espectacular macho con tres espolones.

Yo que iba buscando las palomas y creyendo que la perra las estaba guiando... Resulta que tenía el bando de perdices mas cerca de lo que creía... Bien por Kira que aún sabiendo ella que eran perdices... Ha aguantado a mi lado hasta que se lo he ordenado.

Ya si que nos dirigimos hacia el coche con un buen sabor de boca... Ha sido una mañana entretenida y Kira ha podido morder caza.

Esperemos que las jornadas vayan a más y así poder disfrutar de buenos lances.

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